¿Realmente es la equidad la vía a la ambición? ECO está aquí para decir que es mejor que lo sea. Sin equidad, nada va a funcionar. Lo que equivale a decir que nada más va a funcionar bastante bien. Sin equidad la historia de la baja emisión de carbono, la transición resistente al cambio climático será una historia de «demasiado poco y demasiado tarde.» Y como los científicos ansiosamente nos dicen – véase, recientemente, el Reporte Bajar el Calor, del Banco Mundial Turn Down the Heat (ver nota al final) – se trata de una historia sin final feliz.
Admitamos el secreto a voces por todos conocido – o bien la equidad tomará la forma de un camino a la ambición, o la falta de equidad seguramente se cernirá sobre nosotros como un muro por completo infranqueable. Podemos ver cómo esto iba a pasar. Los EE.UU. – aunque insistió en que está empujando con valentía más allá de las políticas estériles de un obsoleto firewall Norte/Sur – ha logrado depurar Responsabilidades Comunes Pero Diferenciadas (y RC) de todos los textos oficiales. Pero ¿con qué efecto? Para la gran mayoría de las Partes, la ausencia de un nuevo lengueaje de equidad afirma lo obvio. El lenguaje de la Convención aplica. ¿Ha notado EE UU que las acciones provocan reacciones?
El jefe de la delegación de EE.UU. ha rechazado los anexos como «anacrónicos», y ha llegado a pedir «la diferenciación de un continuum, esperando que cada país actúe vigorosamente de acuerdo con sus circunstancias cambiantes, capacidades y responsabilidades.» Es una buena idea, aunque por desgracia sufre por su asociación con la agresividad de Estados Unidos – a menudo abrasiva – conducente a destruir el Protocolo de Kioto de 1997. Al llegar a Doha, ECO sólo puede preguntarse si esta imagen lamentable está a punto de cambiar. Con el Presidente Obama en la reelección, existe la posibilidad de restablecer la estrategia internacional de Washington, sus tácticas y au personal. No habrá muchas oportunidades más antes de 2015.
Mientras tanto, la posición es obvia. El ambicioso régimen global basado en principios, que necesitamos, sólo puede venir a través de una elaboración creativa de los principios de la Convención, el CBDR/RC en primer lugar entre ellos.
Así que, sí señor Stern, necesitamos un enfoque dinámico, que tenga las realidades cambiantes de este mundo loco y peligroso a cuenta llena. Es decir que no vamos a conseguirlo sin un enfoque de dinamismo que sea ampliamente aceptado como justo tanto en los procedimientos como en sustancia.
¿A qué nos lleva esto? A situaciones desesperadas en que cada país rico debe hacer rápidamente su parte para cerrar la brecha de emisión en el corto plazo. Esto, afortuna-damente, es una meta que puede acordarse política y jurídicamente dentro de los límites de los acuerdos y tratados existentes, pero sólo si las Partes negocian de buena fe. En particular, los compromisos existentes (para mitigar y para apoyar la mitigación y la adaptación de los otros) deben ser alcanzados. Más allá del corto plazo, es necesario un nuevo acuerdo, uno más desafiante que no vamos a conseguir sin un compromiso verbal y político para hacer algo real del «acceso equitativo al desarrollo sostenible». A su vez, exigirá una sólida negociación basada en principios y enfoques creativos para repartir el costo global a largo plazo, y las oportunidades de mitigación y adaptación.
Todavía hay tiempo para poner en marcha el ADP con grandes y cooperativas ambiciones. Pero francamente, no hay mucho tiempo por delante. Lo que se necesita ahora es coraje y habilidad política reales. La Administración Obama, por su parte, tiene que empezar a negociar un régimen que sea lo suficiente justo como para ponerse a trabajar.
Y los negociadores del G77 también deben esmerarse. Cuando los Ministros, en su declaración de septiembre, pidieron «un mayor esfuerzo global a ser implementado a partir de 2020, bajo la CMNUCC, que respete los principios de equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas y la diferenciación entre el Anexo I y no-Partes del Anexo I «, no estaban exactamente señalando una apertura a nuevos y expansivos enfoques de CBDR / RC.
Dada la situación actual, su reticencia es comprensible, pero no indicaron el tipo de liderazgo que vamos a necesitar en los próximos años. Tal vez, después de Doha, este tipo de liderazgo, finalmente esté en el orden del día.
Hay negociaciones difíciles por delante. ¿Cómo pueden organizarse mejor? La equidad es suficientemente importante como para obtener su propio flujo de trabajo. Pero si esto no puede ser, estamos seguros de que lo serán sea la visión o la ambición, ¡o ambos! – Estarán más que dispuestos a abrir sus puertas al debate equidad. De un modo u otro, la discusión va a tener que tomar su lugar, y nadie debe ser tan tonto como para creer que, al tratar de dejarlas a un lado, estén haciendo el duro e ingrato trabajo con verdadero realismo.
He aquí un consejo gratis: Vamos a discutir los primeros principios, y habiendo acordado las claves (pista: los puntos indispensables son ambición, capacidad, responsabilidad y derecho al desarrollo sostenible de los pobres) estaremos en condiciones de avanzar hacia una práctica, no-absurda conversación sobre indicadores y comparabilidad. Estaremos en condiciones de avanzar, bajo el pasillo de equidad – o, si se prefiere, sobre la escala de equidad – de los principios, a modo de indicadores, hacia acuerdos coherentes y recíprocos.
Esta situación no se resuelve rápidamente. Pero no va a haber ninguna confianza real, o impulso hasta que la equidad sea parte reconocida, respetada y fundamental de esta negociación. ¿Hay que decirlo aun? Sí, hasta que haya un progreso sustantivo en el frente financiero. Esto y sólo esto puede traducir retórica y buenas intenciones en acciones creíbles. La buena noticia es que son estos avances los que hay que hacer.