El mundo está viendo si el recién reelegido gobierno de Obama tendría un renovado interés en la lucha contra el cambio climático, poniendo algo de esfuerzo en traer al Congreso junto con él. Esta semana firmó un proyecto de ley del Congreso destinado a bloquear a las compañías aéreas de EE.UU. de cumplir con las regulaciones de emisiones de la UE, para vuelos dentro y fuera de la UE. El proyecto de ley equivale a una golpeada de pecho, ya que no le proporciona a la Administración ninguna nueva autoridad que pueda tomar alguna medida significativa. De hecho, si hicieran algo con la ley probablemente llevaría a una guerra comercial, a un rescate financiero por parte de los contribuyentes, o a una detención total de los esfuerzos por lograr un acuerdo global. La UE creó las regulaciones sólo después de que sus esfuerzos con la OACI ( Organización de las Naciones Unidas responsable del sector de la aviación) para alcanzar un acuerdo, se enfrentaran a «15 años de intransigencia y doble discurso», según informó un observador.
Sin embargo, la firma del proyecto de ley podría significar agua bajo el puente, si EE.UU. pusiera ahora su peso en conseguir un acuerdo fuerte en la OACI para controlar las emisiones del sector aviación mundial. Hay algunos indicios de que esto podría suceder. La UE se ha comprometido a suspender su reglamento durante un año, lo que podría crear un clima de negociación más constructivo. Al momento de firmar el proyecto de ley la Casa Blanca emitió un comunicado según el cual ésta: «sigue centrada en avanzar en la reducción de emisiones de la aviación a través de … la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI).» Un organismo de la industria de la aviación, dijo que la firma de Obama expresa «un compromiso firme con la manera correcta – un planteamiento global sectorial a nivel internacional». Esas serían buenas noticias, ya que un acuerdo global sobre medidas firmes para controlar las emisiones de la aviación, incluyendo el poner precio a las emisiones de carbono del sector, es exactamente lo que se necesita. Dicha medida podría diseñarse para generar fondos para la financiación climática de los países en desarrollo, abordando temas de equidad y el respeto de los principios de la CMNUCC. ¿Anunciará EE.UU. su apoyo a esa propuesta una vez que llegue el Sr. Stern? ¿Declarará EE.UU. su intención aquí en Doha, y luego luchará por un acuerdo en la OACI el próximo año? ECO ciertamente espera que así sea.