Vanuatu está formada por 83 islas y es la casa de alrededor de 250,000 personas. Desde 2005, ha vivido eventos climáticos extremos incluyendo tsunamis, ciclones y terremotos. Los impactos del cambio climático son evidentes, mientras la comunidad tiene que hallar constantemente maneras de adaptarse a las tan cambiantes estaciones para plantar y mantener nuestros cultivos.
La rápida acidificación de los océanos nos mantiene a la espera de qué pescado de mar consumir, mientras se vuelve necesario construir paredes en el océano para evitar que el aumento del nivel del mar arruine nuestros jardines y casas y degrade drásticamente lo que solíamos llamar la Costanera.
El daño a nuestros ingresos y la pérdida de todo es clara e incuestionable. Mientras algunos países están quemando combustibles fósiles para mantener sus economías, produciendo y manufacturando en fábricas, otros países menos desarrollados están luchando contra estos impactos en nuestro lado del mundo.
Plantamos árboles para absorber el dióxido de carbono en el aire. Es suficiente eso? Integramos prácticas locales para convertirlas en medidas de adaptación. Pueden los países desarrollados ir más lento? Invitamos a proteger nuestro medio ambiente para que las generaciones futuras puedan tener esta misma libertad. Es claro y conciso el mensaje? Estamos tratando todo lo posible de serlo.
Hermanos del Pacífico y países vecinos, compartimos una conexión preciosa con nuestros recursos – la tierra y el agua. Ellos definen quiénes somos y nos devuelven a nuestras raíces. Mientras algunos de ustedes puedan estar ya con el agua hasta las rodillas, otros están a punto de perderlo todo.
A pesar de que estamos severamente afectados y hemos sufrido pérdidas inconmensurables, de las siete billones de personas en este mundo, debemos comenzar a actuar y tomar posesión de este lugar al que llamamos casa. La justicia climática es lo que queremos. La preocupación de todos es lo que necesitamos. Juntos podemos proteger nuestros hogares aquí en la tierra. Sin este planeta, dejaríamos de existir. Acaso no vale la pena?
Litiana Carlo Kalsrap, Lider joven, Vanuatu