ECO quiere recordar a las Partes que poseen grandes cantidades de excedentes de las unidades de Kioto que insistir en normas permisivas de uso y negarse a aceptar la cancelación a finales de 2020 puede conseguirles lo contrario de lo que ustedes buscan.
¿Por qué habrían de estar de acuerdo los países en desarrollo con un CP2 sin ambición, sin aplicación provisional, sin período de cinco años, sin financiamiento. . . ¿Por qué aceptarían estos países un acuerdo CP2 tan lamentable?
Si las negociaciones del PK fracasan en Doha, significará que sus excedentes de AAU van a desaparecer de un día al otro, ya que sólo tendrán algún significado o valor en virtud de un PK que funcione. Así que simplemente bloquear el avance sobre esta cuestión podría volverse en contra de lo que ustedes esperan lograr. ECO cree que hay maneras mucho más constructivas para salir de este lío. Por favor ¡tomen nota!
Ucrania – ¡es hora de poner fin a su silencio tímido! ¿Qué hay de unirse a la familia de Kioto con un objetivo ambicioso y no vender ninguno de sus excedentes? Tal acción audaz incluso podría ser su pasaje al EU-ETS.
Bielorrusia y Kazajstán – ¡no empiecen mal, apoyando el arrastre de aire caliente de propiedad de los demás! ¡Sean originales!
Polonia, Bulgaria y Rumanía – ¿por qué no trabajar de manera constructiva con sus compañeros de los países de la UE en una solución intra- Europea? ¿Qué hay de la defensa de una propuesta para que el 20% del presupuesto de la UE sea utilizado para un desarrollo bajo en carbono y para construir resiliencia climática en la UE? O para incluir un mecanismo de comercio en el marco de la Decisión de reparto del esfuerzo, que incluye un esquema amplio de Inversión Verde (GIS). Cambien sus UCA sin valor con un descuento por unidades comerciales de la UE que realmente valgan dinero. A cambio, el GIS permitirá que ustedes y otros puedan ‘descarbonizar’ sus economías. En serio, esto puede funcionar! Y ustedes lo saben …
Rusia – ¿por qué cree que puede vender su excedente sin firmar el CP2, y exactamente a quién? El Protocolo de Kioto es bastante claro: ni QELRO, ni ninguna cantidad asignada, ni arrastre.
La naturaleza no puede ser engañada con trucos contables.