ECO sabe que están pasando muchas cosas -declaraciones, Majils, infs-, pero ¿significa eso que cierto Partido que habla de dinero contante y sonante y de impulso a la financiación se ha olvidado de algo importante? ECO lo consigue. Todos tenemos esos momentos en los que las cosas se nos escapan de las manos, sobre todo lo fundamental. Pero, ¿cómo podemos celebrar una COP en la que se hable de medios de aplicación y de más financiación y no del Fondo Verde para el Clima (FVC)? Llenar el FVC es crucial para aplicar la Convención y el Acuerdo de París. Con los llamativos compromisos financieros anunciados a bombo y platillo al margen del mecanismo financiero de la Convención, ¿quizás la Presidencia de la COP se distrajo con lo nuevo y brillante y se olvidó de considerar la posibilidad de contribuir -voluntariamente- a lo probado y verdadero?
Y los Partidos del País Desarrollado, ¡no crean que se libran! Tú también deberías revisar tus recuerdos. Al parecer, algunos contribuyentes al FCM se han olvidado de anunciar nuevas promesas de contribución (y algunos no parecen enterarse de lo que les corresponde). ¿No recuerdan que las promesas significativas, rápidamente cumplidas, deben respaldar cualquier afirmación de querer impulsar la acción y la ambición climáticas? Los lapsus de memoria ocurren, pero ECO puede ayudarle a recordar que, desde la primera reposición, la catástrofe climática ha empeorado y los países en desarrollo están aún más atrapados en una trampa de deuda. Sin embargo, de algún modo, los contribuyentes de los países desarrollados están atrapados en una matriz en la que el tiempo -y los costes- parecen haberse detenido y prometen lo mismo, o incluso menos, que antes. Te acuerdas de la inflación y te lamentas de ella cuando haces la compra, pero olvidas que los euros, dólares o yenes empeñados hoy no tienen el mismo valor que los empeñados en años anteriores a la inflación.
Al considerar el Objetivo Global de Adaptación (GGA) y que la financiación de la adaptación está disminuyendo como parte de la financiación global para el clima, las Partes también parecen haber olvidado que los fondos del mecanismo financiero son los que más subvenciones proporcionan a los más vulnerables. No hay que olvidar el Fondo de Adaptación ni el compromiso del FVC de equilibrar la mitigación y la adaptación.
Mientras que los nuevos compromisos y alianzas se extienden a lo largo y ancho -y acaparan titulares-, ECO recuerda a las Partes que los verdaderos líderes refuerzan el mecanismo financiero y sus instituciones fundamentales para que sean eficaces y sostenibles, de forma que satisfagan las necesidades actuales, reconstruyan la confianza y creen previsibilidad. La necesidad de una ambiciosa reposición del FVC nunca ha estado tan clara. El último informe del IPCC, el informe sobre la brecha de adaptación y la síntesis del inventario mundial obligan a un cambio urgente al alza en la ambición de la financiación de la lucha contra el cambio climático, y el éxito de la COP28 depende de ello. Quienes reivindican el liderazgo climático deben recordar lo que realmente significa.