$13 mil millones en permisos de emisión es la asombrosa cifra de excedente del primer período de compromiso de Kyoto. El aire caliente (hot air) amenaza la viabilidad del segundo período de compromiso (CP2) y cualquier acuerdo climático futuro.
ECO le recuerda a los delegados que el problema es resultado de objetivos extremadamente débiles en el PK-CP1, muy por encima de lo que estaba previsto que los países emitirían. Polonia, por ejemplo, se comprometió a una reducción del 6% respecto a sus niveles de emisión de 1988, a pesar de que en 1997, cuando los objetivos de Kyoto fueron establecidos, las emisiones de Polonia estaban ya cerca del 20% por debajo de los niveles de 1988. ECO advierte a los distinguidos delegados no caer en la falsa afirmación de que la existencia de aire caliente sea es el resultado de un entusiasmo. No lo es. En algunos países se dió, con el fin de obtener suficientes Partes para unirse al P.de Kyoto.
Pero la memoria es frágil. ECO no puede dejar de notar que las Partes están a punto de cometer el mismo error otra vez: compromisos bajos para el CP2 significa que otro superávit de 3 a 10 millones de toneladas se acumularán para el 2020. Añada las 13 Gt de superávit de la primera fase y cualquier meta Kyoto dejará de tener sentido. Sin embargo, Rusia, Ucrania y Polonia, los titulares de los mayores excedentes, insisten en mantener el derecho de vender su aire caliente. ECO cree que es una esperanza vana. Los compromisos para el CP2 son tan débiles que ¡nadie comprará el excedente! Los precios de los AAUs han caído de 13 EUR en 2008 a menos de 0,5 en el 2012.
El problema es tan grande que incluso si los países desarrollados aumentaran sus compromisos para el CP2, podrían cumplir sus objetivos más estrictos simplemente comprando más excedente sin tener que reducir sus emisiones.
Para aquellos delegados que estén interesados en devolver un poco de integridad ambiental al sistema, ECO enfatiza que tendrán que hacer estallar la burbuja de aire caliente. Aumentar las ambiciones y cerrar los vacíos van de la mano. ECO sugiere por lo tanto empezar a mirar seriamente la propuesta del G-77 y China. Ésta efectivamente minimiza el uso de aire caliente del CP1 en el CP2, no permite su comercio y, lo más importante, cancela el excedente de forma permanente hacia el segundo período de compromiso.
¿Vale la pena? Pues ahora estamos en una trayectoria de emisiones que podría dar lugar a un calentamiento de 4 º C o más. Además, los impactos asociados con hasta 2 º C de calentamiento se han revisado al alza y ahora se consideran «peligrosos» y «extremadamente peligrosos». Un mundo más allá de los 2 º C amenazará la existencia de la civilización tal como la conocemos. ¿ Ha oído hablar de eso? ¿Preocupado? Entonces vaya y haga estallar la burbuja de aire caliente.