El lunes fue el 70° aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que incluye el «derecho a la salud», el cual ahora tiene un lugar estable en el preámbulo de París. Pero, ¿dónde está la salud en esta COP? A pesar de la importancia de la salud para la humanidad, no se ha incorporado al lenguaje del Libro de Reglas (o “Reglamento”).
¿Por qué debería el resultado de la COP incluir una referencia a la salud? Hay dos razones. Primero, el cambio climático implica impactos graves a nuestra salud y probablemente tenga impactos cada vez mayores a medida que la Tierra se calienta; la exposición al calor provocó la pérdida de 153 mil millones de horas de trabajo en todo el mundo en 2017, un aumento de más de 62 mil millones de horas desde el 2000. En segundo lugar, la mitigación del cambio climático puede tener un gran impacto positivo en la salud. Por ejemplo, la contaminación del aire mata actualmente a 7 millones de personas en el mundo cada año. También causa graves problemas de salud, como asma y males respiratorios.
Cuando los países intentan evitar objetivos de mitigación ambiciosos debido a razones económicas, no reconocen los beneficios económicos de mejorar la salud al reducir la contaminación del aire. Las vías de mitigación identificadas en el informe 1,5°C del IPCC muestran que existen sinergias significativas al reducir la contaminación del aire, y que estas sinergias aumentan con el rigor de las políticas de mitigación. Otros co-beneficios de la mitigación del cambio climático incluyen el aumento de la actividad física al sacar a las personas de los autos, y menos diabetes y enfermedades del corazón, debido a mejores dietas.
Poner la salud en el centro de las negociaciones de la COP y de las NDC de los países, sirve como recordatorio de la importancia del cambio climático para la humanidad. Movilizar acción climática por la salud significaría que los países deben garantizar los objetivos más ambiciosos posibles y maximizarían los beneficios para la salud de los esfuerzos de mitigación y adaptación. Además, la movilización de acciones de salud para el clima puede potenciar la confiable voz de los profesionales de la salud y el poder adquisitivo del sector de la salud, al hacer más verde la cadena de suministros a través de adquisiciones sostenibles.
ECO alienta a todas las delegaciones a impulsar la inclusión de la salud en el Libro de Reglas, y en sus incrementos de NDC.