Hace cinco años, después de que las partes suscribieran la hoja de ruta de Bali, aún estamos muy lejos del camino en varios de los temas de REDD+, pero avanzamos en otros por la misma ruta.
Ahora es el turno del Cuerpo Subsidiario de Asesoramiento Científico y Técnico (CSACT-SBSTA) de completar sus recomendaciones para el Monitoreo y el MRV y seguir adelante en las salvaguardas, niveles de referencia y los provocadores de la deforestación.
Por medio de rastreo de las emisiones, la eliminación y cambios en las acciones de carbono son necesarias; contar las toneladas de carbono por si mismas, no es suficiente para el adecuado Monitoreo y el MRV. Para asegurar que REDD entregue beneficios para el clima, los bosques y las personas, el Monitoreo y el MRV deben contribuir a la sustentabilidad y a la permanencia de reducción de contaminantes. Para contribuir a esto, las Partes deben construir mayor consenso desde el punto de vista técnico en los niveles de referencia, en comparación de unidades de medición piloto e implementación, y en información de sistemas de salvaguarda.
La decisión del CSACT debe ser aplicada consistentemente a través de actividades de preparación, programas piloto de implementación y resultados basados en incentivos por medio de REDD+. Asimismo, las políticas de REDD+ no reducirán de manera significativa la deforestación y la degradación de los bosques a menos que estás también minimicen la demanda internacional que provoca la pérdida de los bosques del mundo.
Comparada con otras estrategias de mitigación más antiguas, las actividades de REDD+ presentan contribuciones únicas para mejorar las acciones de mitigación, como generar beneficios no relacionados al carbono, antes y después del 2020. Desde el punto de vista contrario, una vez perdidos los bosques, las oportunidades de REDD+ se irán para siempre.
Los pesimistas creen que REDD+ ya está muerto. La (SBSTA) CSACT37 y la COP18 pueden probar lo contrario.