El polvo de la COP20 se ha (casi) asentado y ahora con sólo 10 meses antes de la COP21 en París, las Partes tienen que reunirse en el camino a seguir hacia el acuerdo de 2015.
En Ginebra, las Partes comenzarán desde donde habían dejado al proyecto de texto de negociación adjunto al Llamado de Lima para decidir la Acción Climática. El proyecto actual tiene muchas opciones en la mayoría de temas, algunas de ellas altamente divergentes.
Hay varias cuestiones clave que necesitan ser encaradas si es que en diciembre habremos de conseguir un acuerdo post-2020 sólido y ambicioso. Una de los más difíciles es llegar a una comprensión compartida del Principio Responsabilidades Comunes Pero Diferenciadas y Compromisos Respectivos (en la diferenciación). Esto está en el corazón de muchas de las áreas divergentes, y las diferencias fueron sólo empapeladas con el compromiso de redacción de última hora en Lima. ECO cree que cuanto antes las Partes traten de avanzar hacia un entendimiento común sobre este tema, más fácil será para las negociaciones el avanzar hacia un resultado ambicioso.
La necesidad de un mecanismo de revisión clara y transparente dentro del acuerdo de París es otro tema emergente. A pesar de que no hubo acuerdo en Lima para realizar una revisión de la primera ronda de INDCs, un mecanismo de revisión institucional que no sólo evalúa el progreso, sino que además permita a los países cerrar la brecha de ambición, es algo clave para la integridad medioambiental del acuerdo.
La sociedad civil debe ser participante activo dentro de esta revisión, la cual debe llevarse a cabo seriamente, y cada 5 años. En el pasado la CMNUCC ha visto muchas revisiones que sólo apuntan al problema sin habilitar soluciones. El mecanismo de revisión dentro del acuerdo de 2015 tiene que ser diferente: debería habilitar y equipar a los países a reducir la brecha entre lo que se requiere según la ciencia y lo que se ha puesto sobre la mesa por cada país.
Esta semana, las Partes deben trabajar para reducir las opciones en el texto vigente y aclarar las ideas que habían presentado anteriormente, a fin de producir un texto de negociación legal aceptable para el final de la sesión. Como las Partes comienzan hoy a discutir la sección C del proyecto de texto de negociación, he aquí algunas sugerencias:
En primer lugar, en el acuerdo debería constar un hecho evidente, que incluso el tío y la tía de ECO entenderían: cuanto menor es el nivel de ambición de mitigación, mayores serán las necesidades de adaptación, y mayores la pérdida y el daño de los impactos del cambio climático y los costos asociados a los mismos, lo que requerirá mucho mayor apoyo para los países vulnerables y las personas que no han causado el cambio climático. Hay una buena base para abordar este continuo de la mitigación, la adaptación y la pérdida y el daño en el párrafo 4 del texto actual. En sesión temática de hoy, las Partes deberían apoyar esta redacción, y hacer mayores esfuerzos para ponerla en operatividad.
ECO cree que la eliminación de las emisiones de combustibles fósiles y la adopción de un 100% de energía renovable en 2050 debería ser el objetivo a largo plazo del acuerdo de 2015. Una redacción que refoeje esta opción debe ser añadida al texto que sale de Ginebra. El texto también debe tener en cuenta que la consecución de este objetivo se basa en el aumento gradual hasta ambición de mitigación dentro del período pre-2020, así como los países poniendo ambiciosos INDCs sobre la mesa en París. Tal acción oportuna no sólo reducirá los costos en el largo plazo, sino que puede garantizar que los impactos climáticos se reduzcan desde el temprano.
Estos baches colectivamente podrían parecer desalentadores, pero pueden ser superados mediante una combinación de voluntad política y la buena fe negociadora. Las personas, las empresas y las autoridades locales en todo el mundo ya están mostrando el camino. ECO insta a las Partes en Ginebra a hacer lo mismo.