Mientras las pláticas sobre el clima entran a su segunda semana, la realidad de un clima cambiante se acerca a home. En la sesión plenaria del LCA el lunes, un delegado de las Filipinas dijo “en lugar de alistarnos para la navidad, podríamos estar contando nuestra muerte”, haciendo referencia a la inminente llegada del Súper Tifón Bopha. El lunes por la noche, la tormenta ocasionó que más de 40,000 personas abandonaran sus hogares y muchas esperan para ver el impacto del décimo sexto evento meteorológico extremo que le pega a Filipinas este año.
Mientras tanto, la ambición sigue fuera de la mesa en Doha. Al resultado sobre pérdidas y daños le hace falta cualquier mecanismo necesario, para tratar asuntos más grandes. Impulsar políticas que limiten el manejo que hacen las industrias contaminantes por ir más allá de nuestro presupuesto mundial de carbono es algo más que un sueño de la sociedad civil, o de naciones que ya sufren la carga de un mundo en calentamiento.
El tiempo para pláticas se ha acabado. Aún así las pláticas están estancadas, y aquellos responsables por esta crisis obstaculizan el camino a la justicia. El bloquear la ambición y equidad a nivel global es un acto criminal. Es, por lo menos, la destrucción malintencionada de propiedad y el descuido de la vida y pérdida humana. Las partes que continúen defendiendo business as usual (las cosas como están) son culpables, y la historia así los juzgará.
Estamos con Filipinas y con los millones de personas alrededor del mundo rezando por la ignorancia y arrogancia de países y de compañías de combustibles fósiles que ponen los intereses de las ganancias por delante de las necesidades de las personas.
On ne lâche pas – we won’t back down- no vamos a retroceder.
En solidaridad,
El equipo #ClimateLegacy y YOUNGO