Los fondos para el clima no son producto de la generosidad o la ayuda voluntaria – es una obligación moral y legal de los países desarrollados, y un elemento esencial para la solución de la crisis climática. Pero los compromisos concretos para el financiamiento han estado ausentes hasta ahora. ECO ha escuchado unos cuantos comentarios gruñones de países en vías de desarrollo acerca de que el financiamiento de rápido inicio y los esfuerzos de transparencia no han sido lo suficientemente apreciados.
Aunque no muy comprensivo con la situación de los países desarrollados, ECO entiende lo difícil que es impulsar cualquier cantidad de dinero fuera de los Ministros de fiñanazas, especialmente en tiempos de dificultad economía. Las tesorerías pueden no estar dispuestas a comprometerse para resolver la crisis climática y puede que no entiendan porque es absolutamente necesario el rápido incremento del financiamiento para el clima y el cumplimiento de la transparencia y la responsabilidad.
Es por eso que ECO está tomando está oportunidad para reconocer que los países desarrollados entregaron algunos financiamientos para el clima en el periodo de Rápido Inicio de Financiamiento y que los negociadores del clima y los Ministros que participaron en estas negociaciones tuvieron que trabajar arduamente para dirigir esos fondos a los procesos de presupuesto de distintos gobiernos y hacer que se entregaran. Incluso Japón, enfrentando a un devastador tsunami y un desastre nuclear, siguió adelante con los planes, tal y como estaban, que representaba casi la mitad de los compromisos del FSF.
ECO también reconoce que los países desarrollados vinieron, bajo criticas completamente justificadas, habiendo fallado al alcanzar el compromiso de 30 mil millones de dólares en nuevos y adicionales mecanismos de financiamiento público, así como una serie de otras deficiencias.
De hecho, mientras los países desarrollados ahora alegan haber sobre entregado hasta 33 mil millones de dólares, análisis independientes muestran que menos de un tercio de esos fondos son nuevos y adicionales. Si estos países creen que están siendo criticados erróneamente, no tienen a nadie a quien culpar más que a si mismos. Al rechazar el establecimiento de estándares comunes para evaluar lo que cuenta el financiamiento para lograr esta meta, y un sistema independiente de rendición de cuentas, ellos mismos se sabotearon hacia el fracaso.
Ahora algunos de ellos están agravando este error al insistir que ellos no tienen ninguna necesidad de proveer ninguna garantía o compromisos específicos para el financiamiento del 2012 en adelante. Esto es ciertamente la lección errónea que se debe tomar del financiamiento de rápido inicio. Pero eso es otra historia…